21 de noviembre de 2016

Go!

Hace una semana pude escuchar a un gran hombre que no conocía hablando con pasión de la naturaleza. Era poeta y, además, uno de los naturalistas vivos más importantes de este país que llamamos España.

Hay algunos aforismos y algunas ideas que enunció en su discurso que aún vibran con fuerza en mi mente y espero que lo sigan haciendo mientras ésta mantenga su luz y vitalidad. Un amor a la naturaleza humilde y obcecado, que persiste a través de cuarenta años vividos en medio de la naturaleza y cultivando la tierra. No puedo siquiera imaginar los positivos efectos que puede causar la vida vivida desde la inquietud filosófica pero en contacto directo, cotidiano, diario, con la exuberante generosidad de la naturaleza. Como si me hablaran de una forja, de un fuego, de una idea de espada, del mejor herrero y yo no haya visto la espada, pero me la pueda imaginar. Qué grandeza en esa vida ya sólo por la pureza en la que ha sido vivida, que probablemente haya influido en la pureza con la que se haya vivido.

Una de las cosas más elogiables de respirar es tomar conciencia de que somos partícipes de un proceso universal y indescriptiblemente extraordinario. Somos participantes de la vida, uno de los estados más improbables y eficientes que han ocurrido en el universo. Tan eficiente, que se extingue si no lo es, lo cual compone una gran elección a aprender. Me encanta la fuerza, la fortaleza, la superación. Admiro a cada persona o ser vivo que haya llegado a representarla, pues en mi opinión representa una afinidad muy íntima con lo que la vida expresa. En el mundo y en mi mente.

Pero el pensamiento predominante, el tono sociológico de nuestro tiempo creo que no entiende el sentido que tiene esta fuerza, del cual el desvío anula cualquier posibilidad de fuerza, de vitalidad, de futuro. Si pensamos en tiempos geológicos, nosotros ya nos hemos extinguido. Toma tu conducta mentalmente y extiéndela 100 años, ahora 200, ahora 1000 y deduce qué le pasa al planeta, a nuestra especie y al resto de especies. Algo sobrevivirá, pero la biodiversidad, que compone un abanico enorme de posibilidades de continuar la vida probablemente se habrá reducido a su mínima expresión y esto es un desastre, un fracaso encabezado ahora por nosotros pero que desbarata los esfuerzos y las eficiencias de los miles de millones de individuos (o expresiones de especie, si preferís) que nos antecedieron, mejor o peor, pero concediéndonos la oportunidad y el desafío de vivir.




LOST IN YOU

Hay una canción tremendamente bella que he tratado de buscar en vídeo para ponerla en el blog pero me ha sido imposible. Sólo la he encontrado en Spotify.

Bueno, yo pongo la letra y os aseguro que la canción es sorprendente, delicada y potente. Lo suficiente como para que merezca la pena buscar esta alegría.

La escribo mientras la escucho.Pudiera ser poético.

"I've seen wild horses running
I've seen sun rises becoming
There's stars in the sky falling
But I've never seen anything quite like you

Oh! With every touch
I fade into
you

There something about your eyes
something about the night, my love
every single breath is
standing
every single step

I am lost in
you

I've seen all the colors turning
I've felt the fires burning
The stream of embers fallen
But I've never seen anything quite like you

Oh!Send your smile for ember
with
you

There something about your eyes
something about the night, my love
every single breath is
standing
every single step

I am lost in you
I've been wasted to come back
you

There something about your eyes
something about the night, my love
every single breath is
standing
every single step

I am lost in you"

21 de octubre de 2016

Rabia


Ayer lloré de rabia. Hacía mucho que no saboreaba esa amarga sensación, con sus tonos a sangre y sal, su olor a miedo y su histriónico sonido característico.

Había olvidado qué se sentía: la impotencia, los temblores, las amargas lágrimas que se derraman sin que quieras, la vulnerabilidad, inseguridad, la constante sensación de peligro, el estrés, el no poder huir porque el monstruo estaba en casa.

Demiasiado pasó desde que me permití sentirlo completamente por última vez, y más aún desde que quise enterrarlo todo por sobrevivir. Es extraño volver a tenerla dentro, se me hacía nostálgico y horrible al mismo tiempo. Pensé que jamás querría volver a recibirla, pero cuánto me equivocaba.
La sentí ahí, clavada en el pecho, con la forma que más me horroriza y el color que tanto temo. Entendí que nunca se había ido, que simplemente dejé de sentirla mía y empezó a cobrar formas inexplicables para hacerse notar. Tan extravagante fue su metamorfosis que no conseguía reconocerla. A pesar de los avisos de los expertos, a pesar de todas las apreciaciones del ojo clínico, oía palabras pero no sentía las respuestas. No identificaba qué me querían decir. Señalaban algo que yo no veía.

Y ayer por fin la vi. Ahí estaba. Cuánto tiempo querida amiga. Qué olvidada has estado. ¿Tomamos un café? ¿O prefieres algo refrescante? Te veo bien, no has cambiado nada en estos últimos años. Mi amiga, mi querida amiga que me ha acompañado desde que tengo recuerdos. Qué mal hice en despojarte de mí, qué mal hice al intentar obviar tu presencia. ¿Podrás perdonarme alguna vez? Te prometo que a partir de hoy, dedicaré un ratito de mi día para sentarme contigo y charlar, hasta que me cuentes todo lo que has estado haciendo este tiempo. Y después, recorreremos juntas todos esos momentos que hemos vivido, lloraremos, creceremos, nos sanaremos. Hasta que nos vaciemos la una en la otra. Hasta que la pesadilla termine.

Hoy, gracias a la pequeña charla de ayer, conseguí algo impensable en mis sueños. Conseguí defenderme al fin, despues de tanto tiempo. Apuñalé mi pasividad. Sí, como has oído. Apuñalé. No estoy temblando, estoy bien. No es un recuerdo desde la ansiedad, es un logro desde el subconsciente. He despertado victoriosa.

Sé que aún tenemos el monstruo en casa. Sé que tenemos mucho de que hablar antes de derrotarlo definitivamente. Hay mucho que hacer, de modo que ¿te apetece quedar esta tarde para tomar un té?

Gracias, amiga. Gracias por volver.

23 de mayo de 2016

Elijo la alegría

Aún en la más oscura estrella,
elijo sin cesar el curso de la alegría

Pues escuché

que riega al Presente mientras nace,
como una invitación perpetua a sonreír

Pues presentí

en ella, mi sangre, mi savia, mi alimento
la voluntad de vivir
la luz dividida de cada paisaje
el pulso sinfónico del universo

Pues contemplé

un hilo de agua atravesando todas mis horas
leve y fino, transparente, de noche
inmenso y caudaloso, deslumbrante , de día

Y casi me ahogo de la risa
al descubrir que en mis segundos más sedientos
un río reía tan cerca de mi vida

16 de marzo de 2016

Imaginemos

Vamos a asomarnos a los límites de nuestras condiciones.

YO (mínimo, individual en lo universal), he venido para hablaros de una VOZ. Más allá, siempre más allá, de la mía propia.

Una voz que habla a través de todos los seres que no se reducen a ser meros continentes de vida, sino que prosperan conociendo el contenido único que su experiencia puede extraer de la vida. Que habla a través, de cada escena del universo en la que la conjunción perfecta entre el mundo, el tiempo y el ser que contempla el mundo en ese instante, alumbran un estado de pura belleza. Una unión anímica entre la realidad y el sentimiento.

Apelando a palabras de mi buen Buenaventura "incluso el lenguaje puede ser útil a veces".Vamos a hacerlo, intentemos lo extraordinario, sin tensión como si fuera una pluma que pesa como el alma, como si fuese un juego jugado con la seriedad de los niños.

Cada palabra servirá de base metafórica para articular los perfiles de esta voz. Una red connotativa que no pretende recluirla, sino al contrario, saberla, intuirla, declararla, fuera de los límites de estas palabras.

De estas palabras:
Conmoción, pasmo, entrega, belleza, amor, euforia, libertad, inmensidad, valor, actitud, ánimo, conocimiento, verdad, misterio, luz, alma, música, arte, epifanía, paz, inocencia, consciencia, eternidad, muerte, vida, voluntad, sabiduría, pureza, bondad, nobleza,...

Y sigue, con palabras que podría escribir y con palabras que nunca se han escrito. Y sigue, porque no hace falta que termine. Porque no es perfecto. Porque es un juego.

Y la voz, no está dentro, no está fuera, está siempre en el margen de todas estas palabras.

No es un puzzle pero es un camino y todos estos valores no son sus etapas, sino los impulsos que lo dirigen, que lo consuman.

No son las cadenas de la conducta, son los hilos que mallan la inspiración de cada uno de nuestros momentos, de cada uno de nuestros golpes de vida. Es, Penélope tejiendo y deshaciendo, no para contar ni para esperar, sino para hacer posible el viaje de Ulises. Porque el destino nunca perteneció a las moiras, viejas brujas de pocos ojos, sino a la amada, que expandía el tiempo para dejar espacio a la realización de la Vida en el viaje. Sus manos eran la voz.

Si das en la clave, si encuentras la brújula, húndela hasta el centro de tu corazón. Cierra los ojos y baila la voz.

[Sí, lo creo. Y sí, lo creo. Es decir, lo creí y lo crearé]

8 de marzo de 2016

Norte

Norte

Porque hoy el hielo que crece nos busca desde el Sur

Debemos levantarnos. Nosotros, los olvidados, debemos ahora erigirnos desde nuestro destierro y caminar

Nuestra sombra será pisada a cada paso. Porque esta vez, antes de iniciar la última marcha, cuando el Sol se alce sobre nuestra cabezas, lo tomaremos firmemente con nuestras manos frágiles, humanas, y antes de que por entero caigan abrasadas nuestras carnes, hundiremos tiernamente nuestro rostro en su poder. Y será la muerte o será la vida. Y sea lo que sea, será la corona

Llegaremos al espejo y cruzaremos su velado umbral. Saldremos del mundo entrando en él, entendiendo infinitamente la inmensidad de la libertad. Perderemos nuestros nombres, los significados, las palabras, los conceptos, las ideas, los límites, la memoria de la perspectiva única y la dignidad de la conciencia percibiéndose en su nimiedad.

No quedará nada de lo que considerábamos todo y no podremos volver

Y ante esta perspectiva inabarcable, irrepresentable, el hombre se detiene y contempla, arrasado, la belleza de su destino

Sin miedo ni deseo, ni alegría, cierra los ojos y contempla, se deja absorber por el vértigo lejano de mil manos que le ofrecen, la caída, la ascensión

El mundo se despide y él, sin embargo, ríe, ríe sin medida como los locos, porque en esta risa encuentra la clave que enciende la verdad que ha de recibirle



Aquí sea el primer paso, ¡escuchad los olvidados de todos los mundos! Es hora de partir, el norte siempre nos ha esperado, pero hoy nos llama.

Hay una brisa muy antigua, que ya los persas honraban, Nasime Saba, la brisa del paraíso, de la inspiración. Parte del Este y marcha hacia el Norte: respiradla, inspiradla, seguidla.

22 de febrero de 2016

Así


¿Así sonaban los tiempos felices?

∞---∞

No exactamente, he de decir ante esta interrogación exigua, de angustia y búsqueda sedienta. La música de los tiempos felices se revela cuando no nos centramos en su búsqueda.

Entre el Nacimiento y la Muerte hay un salto entre eternidades, algo breve. Un suspiro, un latido, una risa contenida largo tiempo a escondidas del profesor que estalla por sorpresa, una pompa de jabón "quebrándose bajo el cielo azul", una flor que empieza a morir, el primer grito, el último estertor, un aullido, un balido de terror cuando el lobo muerde, el sonido agudo que se escapa de una mujer sonrojada, la sensación del bebé cuando es ungido en el bautismo, el golpe de calor que desata una caricia que conoce la velocidad que desarma, un abrazo que limpia la melancolía, el temblor de una voz que ama y lo dice, la mirada de una abuela, el grito de una madre que salva a su hija, el de un hombre que proclama que vive y lo seguirá haciendo, la risa de un hombre santo, la música en aquella nota que entre todas nos arrasa, el paso último que creíamos que no llegaríamos a dar, lanzarse a aventuras que afirman nuestra levedad, los gestos frágiles que nos hacen fuertes, el regalo de un amigo, la devoción de un perro, la epifanía de mirar a un río verterse por su camino y sentir el sentido de la vida, la humildad de mirar a las estrellas, la libertad de sentirse amado, la libertad de amar, la moneda al necesitado, que los que tienen poco te muestren lo que significa generosidad, la voz rota de un anciano que canta porque de niño aprendió una canción, enseñar a un niño a montar a bicicleta, enseñar a un niño que si se cae le ayudarán a levantarse, recoger a un niño que por su confianza saltó desde alto hacia a tus brazos, ayudar a un ser querido que se encuentra mal, recordar la sonrisa de un amigo cuando no está presente, preparar una vida para su liberación, evolucionar concentrándote en caminar viajes, viajar recordando que el centro de la vida es evolucionar, cerciorarse de la valía inconmensurable de la bondad humana, abrirse el pecho para reconectar con la belleza potencial, dar la mano a quien nos negó la suya, perdonar antes de que la ofensa atraviese tus valores, dar gloria al señor de los mundos, ver en la luz que atraviesa el mundo nuestra verdad, dar el paso que nos construirá el camino, vivir hasta que toque y desterrar al miedo de nuestros pasos, volver a jugar con los niños, tramar nuevas virtudes con las que edificar nuestro ánimo noble, respirar hondamente e inspirar desde el corazón, las manos agradecidas erguidas ante el fuego para escuchar su calor, sentir en el frío invierno del norte nuestro pasado misterioso y la brújula secreta de nuestro mañana, traer en la primavera el jugo del verano, la nieve inmaculada del invierno y la llamarada natural del otoño, querer seguir, continuar hacia un nuevo día, dejar a las pesadillas en su sitio y guardar nuestros sueños en el mapa de vida, no dejarnos abandonar los comienzos, abrir sendas, cerrar callejones sin salida, ladrar hospitalarios a las visitas, traer té caliente a los desconocidos, confiar en la vida, aceptar que somos seres temporales y no nos es dado habitar el mañana de nuestro mundo, saber dejar huella sin pisar a nadie, ser positivos, dar lo mejor de nosotros mismos, intentar lo extraordinario, escribir sin pretender que sea eterno, dar la palabra justa y el silencio necesario, no pagar el pato con los que son más débiles que nuestros villanos para desahogar nuestra cobardía con el inocente, aceptar la gran taumaturgia, guerra, hazaña, grandeza, de vivir intentado ser buena persona.

Algo breve, sin pausa para vivir de verdad, porque la vida es un resoplido y más vale que nos pille inspirados.